Salir del modo “automático”

Vivimos en un mundo en el que muchas veces estamos sobrecargados de responsabilidades y obligaciones, donde en la mayoría de los casos actuamos de manera automática, casi por inercia, sin estar plenamente consciente de lo que hacemos, donde todo se volvió monótono y la motivación para hacer las cosas fue disminuyendo; por eso es necesario volver a “recargarnos” para seguir disfrutando de nuestras tareas cotidianas.

Esa forma de recargar energía tan necesaria para alimentar nuestro espíritu y volver a “prendernos” en la vida, está siempre con nosotros, solo que a veces nos invade tanto la rutina de levantarnos, desayunar, salir a trabajar y volver a casa que la “chispa” o lo mágico que podría tener el día, desapareció y nos evita verla.

Tal vez, en ocasiones, sea necesario tocar fondo para valorar lo afortunados que somos de vivir en un mundo donde nos rodea el arte, los colores, los sonidos y todas aquellas cosas que podemos percibir a través de los sentidos, desde leer un libro, sentir un perfume que nos recuerda a tal persona o notar cómo el viento nos acaricia la cara.

No se necesita tener grandes lujos, ni tampoco subirse a una montaña rusa todos los días para sentir que nuestras vidas vuelven a tener sentido, sino que basta con prestarnos más atención, escuchar lo que nuestro interior nos quiere decir y descubrir lo que nos haría bien en ese momento y tener la determinación de hacerlo. Puede ser desde mirar una película, retomar la lectura de ese libro que dejamos abandonado en la página 103 o simplemente salir a caminar y notar el paisaje a nuestro alrededor.

Otra de las opciones que podemos elegir cuando comenzamos a percibir que nuestro día a día se volvió aburrido o nuestro estado de ánimo no es el mejor, es la música, la cual está con nosotros en todo momento. Tiene la capacidad de hacernos compañía cuando trabajamos, mientras estudiamos, al ir en el auto o caminando por la calle, y ni hablar de las fiestas, donde es la protagonista principal. ¿A quién no se le formó una sonrisa en el rostro y le dio ganas de bailar cuando prendió la radio y escuchó que sonaba su canción favorita? O cómo aquel tema fue capaz de transportarte a un momento determinado de tu vida que creíste olvidado. Esa es la magia que debemos buscar.

Pero para que esa magia aparezca y poder reconocerla, es tan necesario dejarnos fluir, dejar de estar en modo Bluetooth, parar con el almacenamiento de datos en nuestra cabeza y desconectar de los demás para conectar con nosotros mismos, y si es necesario poner la lista de canciones en aleatorio para permitir que la vida nos sorprenda.

Nota de Opinión #SanLuisVip 

 

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