Oscar y Cristóbal Scarpati son padre e hijo, y también se encargan de transmitir los conocimientos de la Doma India; una filosofía de vida con la cual buscan amansar a los caballos y comunicar los principios y valores que regían entre sus antepasados ranqueles.
Oscar nació en San Luis capital y de pequeño era muy tímido por lo que no hablaba mucho. También, en aquel tiempo, el joven solía visitar a su tío en un campo ubicado a unos 70 Km de la ciudad; allí conoció a Don Cristóbal Cuyén, a quien adoptó como su abuelo y quien fue su maestro de vida durante muchos años. El hombre le enseñó sobre la cultura ranquel, donde los caballos son considerados como semidioses.
En los caballos, Oscar encontró seguridad y comprensión, lo que hizo que su amor y pasión por esos animales crezca a cada minuto, logrando que hasta el día de hoy no se separe de ellos. Una de las frases que le dijo su abuelo postizo y que lo dejó marcado fue: “si usted no le muestra su alma al caballo, él no le mostrará la suya. No lo maltrate, trátelo bien. Quiéralo, cuídelo”, contó en un documental que le hicieron para la televisión alemana y francesa tiempo atrás. Más adelante, y con el paso de los años, le transmitiría los conocimientos a su familia.
Actualmente, Oscar junto a uno de sus hijos, Cristóbal, brindan un curso para quienes desean aprender a amansar y domar caballos. El mismo se realiza una vez por mes y tiene una duración de 4 días, además incluye la estadía y pensión completa. En verano, suelen hacer otro de hasta 7 días de extensión. En cada uno de ellos se busca inculcarles a las personas los principios y valores que se han transmitido de generación en generación, los cuales se basan en el amor, el compromiso, la comprensión y el respeto en todo momento para con el animal hasta lograr dominarlo.
En cuanto al método para controlar a los caballos, se lo podría considerar como un ritual en el que el domador intenta ejercer su influencia sobre el equino poniendo en juego su paciencia hasta cambiar su actitud. Después de un duelo de miradas tan profundo que pareciera que puede durar siglos, la persona y el caballo comienzan a danzar. El hombre se comunica sin pronunciar palabra alguna, mientras que el caballo intenta seguir con su comportamiento salvaje. En ningún momento hay violencia, solo una calma y tranquilidad absoluta, donde se podría oír el ruido de un alfiler si cayera al suelo. El adiestrador intenta imitar el lenguaje corporal del caballo como si fuera uno más de ellos, jugando y hasta largando alguna que otra pequeña mordida sin lastimarlo. Finalmente, después de varios minutos y de repetir el proceso hasta que el equino pierde el miedo, el amansador y el animal se funden en un abrazo interminable como si fueran un solo ser. El trabajo está terminado, el hombre lo monta y el caballo sabe que su domador no lo lastimará, puede confiar en él.
Los Scarpati tienen una filosofía de vida en la que valoran a cada momento el milagro de estar vivos e intentan enseñarle eso a las personas. También saben que todos aquellos que se adentren en el mundo de los caballos no solo podrán aprender a domarlos, sino que a su vez lograrán generar un vínculo inseparable de amor y confianza con el animal. Durante la propuesta que dictan en sus cursos buscan que las personas se puedan conocer a sí mismas en mayor profundidad para terminar amansando su alma y así ganarse el derecho a intervenir en la vida del otro de manera positiva, logrando que finalmente sea el caballo quien lo amanse a uno.
Nuevamente viajarán por el mundo
Tras haber pisado suelo en diferentes provincias de la Argentina y países del mundo con el curso, próximamente Oscar y Cristóbal viajarán a Cataluña, España, donde los días 17 y 18 de septiembre estarán impartiendo sus conocimientos sobre Doma India, intentando transmitir el mismo amor y respeto con el que tratan a los caballos cada día.
Por: Lucas Flores #SanLuisVip