Martín Viñals: una vida marcada por el arte, la música y el diseño

Martín Viñals nació en San Luis hace 48 años, es diseñador industrial, artista visual, y músico, con todo lo que representa esa palabra; toca el bajo, la guitarra y canta, también se encarga de la parte de edición y producción, aunque su mayor logro es ser padre y esposo. Tiene dos hijas, Federica y Francisca, y pocos meses atrás celebró su casamiento con Romina, motivo por el que llegaron a su vida dos hijos más.

Martín respira arte en cada paso que da y desde hace mucho tiempo sabía que su mundo estaría relacionado a lo artístico, pero no quería apurarlo y esperaba a que saliera de forma natural. Estudió en la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño, de Córdoba, donde se recibió en 1999.

Las vueltas del destino hicieron que fuera padre de familia, por lo que se volvió más conservador al momento de elegir sus trabajos. Desempeñó tareas en gráfica y en arquitectura, no obstante, Viñals pensaba que sus primeras obras llegarían de la mano de la escultura o del óleo, sin embargo, nunca se compró un óleo, ni tampoco agarró una soldadora para esculpir. Su vida transitaba por otro camino y a otra velocidad.

Con una birome y un papel siempre cerca de su mano, Viñals un día se encontró con un dibujo de una de sus hijas y comenzó a redibujarlo, estaba tan concentrado en la tarea que cuando se dio cuenta de lo que hacía, ya habían pasado varias horas “estaba muy feliz viajando con los trazos”, expresó. La imaginación había salido a la luz y la idea de que las cosas se dieran sin presionarlas, también. “El primer boceto que encaré fue el de un ser mágico, con una perspectiva exagerada, en un universo con gotas de colores que para mí era magia”, describió. Diseño que terminó siendo usado en una etiqueta de vinos para una bodega de Mendoza.

La técnica que este hombre utiliza para sus dibujos es una idea propia. Es la combinación exacta de creatividad, imaginación y el uso de la tecnología en una función que no es la habitual. Para los fondos de sus obras, usa fotografías que digitaliza, donde les arma un estilo envejecido – su lienzo-, que luego imprime en papeles y en vinilos de alta calidad para agarrarlos con una birome –su pincel- y comenzar a crear.

En cuanto a autores, Kandinsky; Joan Miró; Salvador Dalí y Tim Burton, por su manera de representar la oscuridad, son algunos de los que más han deslumbrado y emocionado a Martín, quien no solamente los admira y disfruta de sus obras, sino que también los ve como fuente de influencia e inspiración. Una de sus trabajos preferidos, es el Guernica, de Pablo Picasso “me parece una locura”, manifestó.

La música, su otra forma de expresión

Viñals viene de una familia materna ligada al folclore, género que terminó heredando junto al tango. Su tío, Pepe, fue quien le enseñó a tocar folclore en la guitarra, dando así uno de sus primeros pasos en la música. Para sus 16 años, cuando estaba terminando la secundaria, formó una banda de punk, llamada Los Maniáticos, en la que ya componían sus propias canciones. Más tarde vino Jaque al Rey, y en tierra cordobesa fue parte de Sueño Magenta, para luego seguir tocando a lo juglar, como una persona que va de lugar en lugar, divirtiendo a la gente con sus canciones.

Tiempo después fue el turno de Vorsoto, una banda que también formó de la mano de la amistad hace más de once años, “el arte siempre llegó a mi vida en equipo y junto a seres queridos”, comentó Martín, quien además es el bajista y cantante de la misma. Actualmente, el grupo tiene tres discos:Living, Niño de Groenlandia y Vorsovia, y están próximos asacar el cuarto, que se titulará Renacimiento.

Respecto al género de Vorsoto, es algo incierto, podría estar encasillado en el mundo del rock, quizás en el rock orgánico de los 80, con matices de indie y de pop. “Me gusta decir que hacemos rock incomprendido y rock para seres que vendrán”, comentó Viñals. El conjunto tiene mucho también de rock nacional e intentos de psicodelia. “Es un proyecto que nació del amor con amigos y de compartir una utopía que vaya a la par de la vida cotidiana”, agregó.

El apoyo de sus compañeros de la banda y de otros músicos fue fundamental para seguir creciendo como artista y seguir cumpliendo metas, como la de sacar el discó La Rosa Galáctica, que lo mezcló en el estudio de su casa el cual recibe el mismo nombre, “fue una experiencia alucinante”, dijo el puntano.

Martín Viñals, es una persona muy querida y respetada en el mundo de lo artístico, tanto por los seguidores de la banda, como por los admiradores de sus diseños. Con la música tuvo la fortuna de recorrer distintos escenarios y con la pintura se pudo dar el lujo de presentar sus dibujos en exposiciones. Siempre con la intención de seguir jugando con la imaginación y viajando entre sus trazos, como en aquella primera vez cuando encontró el dibujo de su hija.

Por: Lucas Flores #SanLuisVip

 

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