El reconocido músico, guitarrista y docente, puntano por elección, habló de sus comienzos, de sus estudios, de sus experiencias y de su presente con la música. Alejandro Aguilera se abrió en una charla íntima y contó pasajes de su vida y del camino que viene transitando con la música. “A veces es bueno retrotraerse y hacer un recuento de lo que ha pasado uno desde la niñez con esta profesión, que es muy linda. Es la que elegí, la que más me gusta, vivir de lo que a uno le gusta es maravilloso”, expresó complacido.
De sus inicios
Alejandro, a sus 47 años, rememoró cómo comenzó su relación y la pasión con la música y contó que fue a temprana edad. “A los 4 años, recuerdo que siempre había guitarras en la casa, las veía y las tocaba sin tener conocimiento, pero ya tenía cierto entusiasmo por la música. Escuchaba música y ponía el tocadisco. Ya era notable el interés que de niño tenía”, recordó.
Luego, a los 9 años, comenzó en el Conservatorio Galvani, dirigido por Miguel Reinoso. Estudió 7 años y se recibió de profesor superior de guitarra, teoría y solfeo. Durante esos años profesores de Buenos Aires venían a San Luis y los alumnos rendían dos veces al año.
Su debut artístico
Tiempo después llegó su primera actuación en un programa de televisión en Canal 13, que se llamaba ‘Lo Nuestro’, en el año 1983. “Ese fue mi debut artístico en medio de las luces y cámaras, acompañado por mi profe. Luego de seguir estudiando y practicando formamos un sexteto de guitarras en el Conservatorio, que armó Reinoso donde yo era el más chico del grupo, tenía 12 años en aquel entonces. Tocábamos en festivales, encuentros, actos de fin de año, en el Salón Blanco y en radios. Eran los shows que hacíamos en ese momento y eran los lugares en donde podíamos tocar, por nuestra edad”, dijo sonriendo al acordarse de sus primeros años en el escenario.
Alejandro y la música
Durante sus estudios secundarios Alejandro participó en distintas agrupaciones, bandas de rock y en los ‘80 fue parte de dúos y tríos de guitarras. Al finalizar partió a Córdoba a estudiar Composición, carrera que cursó 3 años y no pudo finalizar.
En el repaso de aquellos años recordó que el primer show en donde cobró, fue cuando tenía 15 años, en Río IV, cuando un representante que tenían los llevaba a tocar a diferentes bares, allí conoció a muchos músicos como Carlos Granados.
Aprendizaje continúo
Aunque se recibió de profesor superior de guitarra y profesor de teoría y solfeo, tiene en su haber una gran cantidad de cursos realizados de percusión, de armonía en la Colmena, Córdoba. “El estudio es permanente en cualquier profesional, debe dedicarle horas diarias al estudio, a capacitarse, a generar proyectos y el músico no está exento a eso. Más allá de las actividades que tengo diarias laborales, el estudio está siempre presente en mi vida, en investigar otros géneros que yo considero que debería profundizar más”, manifestó.
El andariego del mundo
Alejandro viajó durante 15 años por el mundo. Recorrió y trabajó en muchos lugares de España, Francia, México, Centroamérica, Colombia, Ecuador, Perú y Chile. “En algún momento de mi vida artística, tuve esa curiosidad de medirme en otro lado, de experimentar, conocer, sumar experiencias, de nutrirme de músicos, de lugares. Si bien estaba radicado en San Luis, viajaba al exterior dos veces al año a trabajar y volvía. Viajé también por toda la Argentina y conozco todas las provincias, salvo dos del sur, he tocado en todas”, destacó.
Junto a Nicola di Bari
En 2004 audicionó para la empresa Fundación Folclórica Latinoamericana y quedó como sesionista de la fundación, para acompañar artistas tanto en sus shows, como en las grabaciones y realizar arreglos para ellos. Fue allí donde tuvo la oportunidad de acompañar a artistas internacionales, como al músico italiano Nicola di Bari, que fue el ganador del Festival de San Remo durante muchos años. También tocó junto a Raúl Lavie, Marcos Llunas y muchos otros, y en cuanto a los artistas locales tocó con todos.
Su presente
El músico, que también integra el dúo acústico ‘Vintage’, junto a su ahijado Federico Acosta y hacen acústicos de los 79, 80 y 90, habló también de su presente y dijo que, al volver a San Luis, en el 2008, y luego de viajar durante muchos años comenzó con la docencia y en 2010 inició a dar clases en la Universidad de La Punta, donde continua en la actualidad.
“Estoy feliz, me gusta tanto dar clases como subir a un escenario a tocar. Son dos pasiones que la realizo con mucha responsabilidad, respeto y amor. Transmitir mis experiencias y transmitir con un instrumento, es fantástico”, remarcó.
Sus proyectos inmediatos
Actualmente Alejandro, además de ser docente en la ULP y dar clases de manera particular, está empezando a grabar sus composiciones. “Es lo que tengo pensado como proyecto para este año. Estoy haciendo los ensayos para grabar mis canciones en la Casa de la Música. He grabado en muchos lugares y en la Casa de la Música, pero siempre para otros artistas. Este proyecto tiene que ver conmigo, y cuesta porque soy muy autocrítico y bastante detallista”, reconoció.
Otro proyecto en el que está trabajando es en un libro de música, para estudiantes de guitarra. “Tengo unas obras compuestas de música clásica, jazz y folclore. Es un compendio de 10 obras para guitarra, de un nivel intermedio. Estoy charlando con gente de la editorial Melos, que está muy involucrada con la música y con músicos”, expresó Alejandro y agregó que en el futuro se ve continuando con la música, involucrándose en otros proyectos y tocando la guitarra para sus nietos. #SanLuisVip