Catalina Taverna Godoy: La pequeña gigante de Villa Mercedes que compite en karting y sueña con correr en Fórmula 1

Catalina Taverna Godoy es una joven villamercedinade tan solo 9 años. Va a 5° grado en la Escuela “Justo Daract”, y a su corta edad ya es toda una promesa del karting provincial.

El amor de Catalina por las pistas comenzó a los 6 años, cuando su papá, Diego Taverna quien es fanático del automovilismo, la llevó a ver las carreras que se disputaban en el Autódromo “El Trébol”, de Villa Mercedes; allí la pequeña observó como otros chicos competían y, a pesar de no entender mucho de ese mundo, algo dentro suyo le decía que quería correr. Al poco tiempo, ya estaba sobre un karting dando sus primeros pasos en las pistas.

A la joven villamercedina le gusta competir, ama la velocidad y no tiene ningún problema de correr entre varones. Viene de brillar en la categoría Escuela 110cc, donde cosechó más de una decena de trofeos, aunque los más importantes los obtuvo cuando se consagró campeona Provincial de Karting en Pista de Tierra, en el kartódromo “Juan María Traverso” ubicado en el Autódromo “Rosendo Hernández” de la capital puntana, y subcampeona Provincial de Karting en Pista de Asfalto, en Villa Mercedes. Actualmente, la piloto enfrenta un nuevo desafío, la clase Promocional, donde enfrenta a chicos de hasta 13 años de edad, lo cual le presenta otra oportunidad de seguir aprendiendo.

En cuanto a la diferencia de categorías, el motor sigue siendo de 110cc, pero en la Promocional hay algunas modificaciones respecto a la admisión y al carburador que lo hacen más potente. Además, para esta nueva clase, la puntana tuvo que aprender a usar la caja de cambios, ya que en la anterior solo se usaba acelerador y freno.

En una entrevista que dio hace un tiempo, Catalina explicaba sobre las diferentes pistas que “en tierra te agarras menos y si vas por lo sucio, te pasas. Hay que ir siempre por lo limpio, sino podes hacer un trompo”, en cambio, “en asfalto, te agarras mejor, es más seguro y si vas a fondo no te vas en el trayecto de acelerar”, contaba la pequeña quien corre con el N° 99 en honor al número que usaba Greg Moore, un piloto de automovilismo canadiense que falleció a los 24 años producto de las heridas que sufrió en un accidente mientras competía en California, Estados, en 1999, y que su papá, Diego, tiene como ídolo.

Tavernaya recorrió los circuitos de la ciudad de San Luis y Villa Mercedes; en Córdoba estuvo en Laboulaye y meses atrás participó en Río Cuarto, donde conoció a una de sus referentes en el mundo motor, la piloto de TN C3 y TC Pick Up, Ianina Zanazzi. Además, no deja de sorprender a las personas porsu madurez, tanto dentro como fuera de las pistas. “Nosotros hacemos todo al 100×100. Apuntamos a 11 para que salga 10 puntos, aunque no siempre se consigue”, expresaba Diego, quien, junto a la mamá de la pequeña, Emilce Godoy, acompañan a Cata en cada paso que da.

Con una mentalidad ganadora formada a base de esfuerzo, de constancia y de trabajo duro, Catalina, quien tiene de inspiración a su papá, sueña a futuro con hacer rugir los motores en la Fórmula 1, la competencia de automovilismo más prestigiosa del mundo, o sino correr en Nascar, la categoría más popular de los Estados Unidos, porque compita donde compita, cuando se sube al karting y toma el volante entre sus manos, sabe que no le tiembla el pulso para correr contra quien se le ponga al lado, porque si algo le sobra, son ganas de superarse y pasión por lo que hace, la misma pasión que seguro a futuro seguirá dando que hablar.

Taverna, emociona a chicos y a grandes y a sus 9 años se convirtió en todo un ejemplo para los deportistas que se están iniciando en el mundo de los autos, aunque pocos conocen que detrás de cada trofeo y de cada carrera, hay un sacrificio enorme por parte de un equipo conformado por su mamá, Emilce, y su papá, Diego, quienes la acompañan incansablemente y luchan a capa y espada, contra viento y marea por su hija, yendo de acá para allá y muchas veces pasando noches enteras sin dormir preparando todo para que la joven llegue de la mejor manera a su próxima competencia. Pero a pesar de todo el esfuerzo, lo hacen con amor y alegría, porque saben que no hay nada más lindo que ver llegar a la meta a Catalina sana y salva, exhalar el último suspiro y levantar el brazo en señal de triunfo, porque eso puede más que cualquier otro obstáculo que se ponga en el camino.

Por: Lucas Flores #SanLuisVip 

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