El coronavirus no discrimina entre países desarrollados y emergentes, entre ricos y pobres, entre políticos, celebridades y el vecino de al lado. Mientras científicos del mundo trabajan a contrareloj para encontrar la cura, a nosotros y a cada uno nos toca cuidarnos.
Cuidarnos es empezar por uno: tomar todas las medidas higiénicas que recomiendan la OMS y los gobiernos nacionales y provinciales, evitar el contacto cercano con otras personas, en los casos previstos y posibles, quedarse en casa, y cumplir la cuarentena para aquellos que viajaron al exterior o tuvieron contacto con casos sospechosos. Estas acciones comienzan por cada uno de nosotros, pero lo fundamental es poder hacerlo por el otro. Porque en el medio siempre quedan los más vulnerables, los sectores de mayores riesgos, en este caso, los adultos mayores, que tanto nos necesitan.
Cuidarnos es respetar y acatar los pedidos de las autoridades, para preservar nuestra salud y la de nuestras familias. En la Argentina se están realizando muchos esfuerzos y tomando las medidas necesarias para hacerle frente al coronavirus: mientras menos contagios haya en el tiempo, más posibilidades de salvar vidas tendremos, porque contaremos con los espacios y tecnologías de salud suficientes para atender cada caso.
Cuidarnos es estar informados y, principalmente, evitar la paranoia. Comprar los alimentos e insumos de higiene necesarios, sin excesos, pensando en que también las demás personas deben poder proveerse de estos productos para cuidarse.
Cuidarnos es tener empatía y tomar conciencia de que sólo vamos a poder aminorar los efectos de este virus sin fronteras si todos nos comprometemos. No dejemos de actuar, y hagámoslo sin violencia. No perdamos la oportunidad, afiancemos lo que nos une como sociedad y repensemos qué modelo social, económico y afectivo queremos para el futuro.
Nota de opinión: Por María Eugenia Catalfamo – Legisladora Nacional.