Desde infiernos en pulmones del mundo hasta nadar en mares de plásticos. Guerras sin propósitos y cabezas encerradas en ciegas y sordas ideas que no van a nada. Y no entendíamos que eso ya era un límite, el mundo nos estaba diciendo basta. Pensaba que el presente estaba bien y que el futuro iba a ser mejor. Pero no pasó eso. De pronto todo se tornó en un solo tema. La noticia llegaba aún más rápido y en pandemia. Ahora hay que hacer cuarentena. Que tan malo puede ser esto? O quizás… que tan bueno es en este momento? Digo bueno porque la rutina hacía que de a poco me olvidara de los proyectos que tenía pensados, bueno porque la familia se reencuentra en el hogar, bueno porque vuelvo a mirar a los ojos, a charlar, a descansar, a valorar lo simple, a escuchar esa canción que tanto me gustaba, a mirar el cielo, el patio, por la ventana, a leer ese libro que tenía guardado para algún día… Para algún día? Para qué día? Nos hemos dispersado tanto de lo que somos y de lo que queremos… el mundo dijo basta y con ello la vida que se nos iba en cosas que no debería irse tanto… A fin de cuentas, la cuarentena no es tan mala. Al final no hay mal que por bien no venga, bajemos un cambio y miremos de otra forma las cosas.
Por: Carolina Remedi